1908Correo Central
Los orígenes del correo en nuestro país se remontan al siglo XVIII y a La Ordenanza General de Correos de 1794 que junto con otorgarle al sistema un cuerpo legal, estableció la inviolabilidad de la correspondencia y dictaminó tarifas y tiempos de entrega. Durante el siglo XIX los procesos de urbanización y las nuevas necesidades.
Que llevó a la introducción por medio de la ley postal del 20 de octubre de 1852 del sistema de estampillas, asignándoles un valor y un destino seguro a las cartas. Esta reforma buscaba ordenar la contabilidad de las oficinas postales y acabar con los desórdenes y la acumulación de correspondencia sin destino aparente[3]. Las primeras estampillas fueron enviadas a imprimir a la compañía “Perkins Bacon y Co” en Inglaterra y correspondieron a sellos de Cristóbal Colón, con un valor de 5 y 10 centavos[4]. En 1858 se promulgó una nueva ordenanza general que dió institucionalidad al sistema de correos de Chile, estableciendo una organización más racional que fijó nuevos métodos de envío y recepción de la correspondencia[5].
El sitio que recibe al edificio que actualmente alberga las dependencias del Correo Central ha sido reconocido como el lugar donde se ubicó la casa de Pedro de Valdivia, el palacio de los gobernadores del periodo colonial y posteriormente la casa de los presidentes de Chile hasta 1846[6]. Tras un incendio que afectó la construcción en 1881 se decidió reutilizar el espacio para labores del correo y como sede de las dependencias de la Dirección General de Correos, bajo el mando del director general, don Luis Ramón Yrarrázabal y Vera-Muxica (1833-1911). El edificio, construido entre los años 1884 y 1886 fue obra del arquitecto Ricardo Brown. Se levantó con un capital inicial de 140.000 pesos y fue financiado por recursos estatales que finalmente ascendieron a la suma de 43.397 pesos y 65 centavos[7]. Así, en 1885 los servicios del correo comenzaron a funcionar en la actual dependencia, cuya inauguración oficial se realizó en 1886[8]. En 1908 el arquitecto Ramón Fehrman Martínez le imprimió un sello neoclásico francés al remodelar el edificio, agregándole un tercer piso y una cúpula central de color negro[9].
El traslado del servicio de correos hacia la actual dependencia ubicada en la Plaza de Armas de Santiago respondió a la mentalidad racional que comenzaba a penetrar Chile durante la segunda mitad del siglo XIX. Se buscaba dar a Correos de Chile un carácter moderno, ampliando sus dependencias y mejorando su infraestructura, a fin de dar cabida a un mayor número de empleados y correspondencia[10]. Estas necesidades respondían a su vez al crecimiento demográfico y a los procesos de industrialización y urbanización. En base a ello, se ampliaron los servicios de correo en las diversas provincias y departamentos del país, estableciendo buzones urbanos y creando un sistema de reparto de cartas, a cargo de “carteros”[11]. Se incorporaron modernas valijas de lona, importadas desde Estados Unidos, para utilizarlas en las funciones de transporte de la correspondencia, sea en los ferrocarriles o en los barcos a vapor. En el espacio urbano y suburbano se usaron valijas de suela, importadas desde Inglaterra, para el transporte de la correspondencia[12].
La ley de 1854 creó el cargo de Director General de Correos, que en base a la ordenanza de 1858, ve ampliada sus facultades. El primer director del Correo Central fue don Francisco Solano de Astaburuaga (1817-1892), quién adicionalmente se desempeñaría como diplomático ante EE.UU y ministro de Estado, entre otros cargos[13]. Otro importante nombre asociado a la institución, fue el escritor y diplomático Alberto Blest Gana (1830-1920), quién presentó la solicitud de ingreso del correo a la Unión Postal Universal, logrando su acogida en 1881, año en que el correo comienza a masificar sus relaciones internacionales. El Director General de Correos y Telégrafos, don José Carlos Pedro Lira Carrera (1843-1921), destacó por aportar escritos y elaborar diversas ordenanzas en relación a mejorar el sistema postal chileno, además de contribuir en la capacitación de los funcionarios de correos de Chile[14].
La ubicación del correo central en la Plaza de Armas de Santiago respondió a una estrategia vinculada a posicionar al correo central en el núcleo urbano a fin de incentivar a la gente, a utilizar el servicio[15]. Esta lógica se aplicó al resto de las oficinas de correos del país, que buscaron posicionarse en lugares visibles y de gran concurrencia.
El edificio del Correo Central, fue declarado monumento histórico, por el Consejo de Monumentos Nacionales, en base al decreto supremo N° 1290 del año 1976[16].
[1] Empresa de Correos-Chile, 260 años del Correo en Chile, 130.
[2] Historia del servicio de correos de Chile entre 1852-1898: modernización y expansión en las memorias de los directores generales de correo (Santiago, 2000), 43.
[3] Historia del servicio de correos, 36.
[4] Empresa de Correos-Chile, Reseña Histórica.
[5] Historia del servicio de correos, 62.
[6] Empresa de Correos-Chile, El Edificio del Correo Central (Santiago: Correo Central, 2011)
[7] “Memoria del Ministerio del Interior de 1884”, 53-54.
[8] “Memoria del Ministerio del Interior de 1887” (Santiago, 1887), 12.
[9] Ficha de Monumentos Nacionales. Antecedentes arquitectónicos Correo Central.
Disponible en: http://www.monumentos.cl/OpenSupport_Monumento/asp/PopUpFicha/ficha_publica.asp?monumento
[10] “Memoria del Ministerio del Interior de 1884”, 54.
[11] Ministerio del Interior. Ordenanza General de Correos (Santiago: Congreso Nacional, 1858)
[12] “Historia del servicio de correos de Chile 1852-1898: modernización y expansión en las memorias de los directores generales de correo” (Santiago, 2000), 52.
[13] Empresa de Correos-Chile, 260 años del Correo en Chile, 142.
[14] Empresa de Correos-Chile, 260 años del Correo en Chile, 152-154.
[15] “Historia del servicio de correos de Chile”
[16] Ministerio de Educación Pública. Decreto Supremo N°1290 (Santiago, 1976) en: